La Guerra de la Triple Alianza fue uno de los mayores conflictos bélicos de América en el siglo XIX. Fue la unión de Brasil, Argentina y Uruguay contra el Paraguay de Solano López. O tal vez deberíamos decir: fue la alianza de las clases dirigentes de estos tres países que, con el apoyo de la banca inglesa, lograron destruir a una nación soberana y libre. El enfrentamiento duró cinco años y hacia el final, los batallones paraguayos estaban compuestos por niños y ancianos. El pueblo paraguayo fue diezmado sobreviviendo apenas un tercio de la población masculina. Del Paraguay derrotado no sólo desapareció la población: también los hornos de fundición, los ríos clausurados al libre comercio, la independencia económica v vastas zonas de su territorio. Los vencedores implantaron el librecambio y el latifundio. Todo fue saqueado y todo fue vendido: las tierras, las minas y los yerbatales. Brasil y Argentina se anexaron extensos territorios paraguayos. Sin embargo ambos países, endeudados por el altísimo costo de la guerra, sufrieron una bancarrota financiera que agudizó su dependencia al capital británico. Hoy no quedan ya testigos vivos de aquella masacre, pero las consecuencias económicas y políticas siguen intactas.